Dios ahoga pero no aprieta. Ante las dificultades de ayer, hoy parece que todo rueda mejor. El pasaporte puedo conseguirlo en Valencia de Alcántara, localidad cercana a la mía. Me ahorro pedir cita y desplazarme a Cáceres o a Badajoz, las capitales de las provincias que componen la Comunidad Autónoma de Extremadura. Las vacunas las podré conseguir yendo al centro de salud de la mi pueblo por la tarde, cuando esté mi médico de cabecera de guardia. Dice que no hay problema alguno. Me ahorro así tener que pedir cita para esperar varios días la consulta y después volver a esperar para que lleguen las vacunas.
Lo que me falta por comprar es una mosquitera, que me dicen que allí los mosquitos parecen mutantes por lo grandes que son. Además de ropa de verano. Otro sarcasmo: dónde encuentro ahora ropa de verano si aquí es invierno y han comenzado las rebajas , de otoño e invierno. Qué difícil es el camino, pero se hace camino al andar.
1 comentario:
HOLAAAAAAAAAAAAAAAA, PERO QUE AVENTURERO ERES.
ME ALEGRO UN MONTON. ISA.
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